Que tiemble Guatemala

Ya llevamos muchos días por los largos caminos de Guatemala, casi podríamos decir que nos conocemos cada cuesta, cada carretera y cada arcén. Después de muchos intentos fallidos por conducir la comanche de madre Ana, al final la espera tuvo su recompensa, Padre Denis (creemos que el único de todo SanCris) se apiado de nosotras y nos dejó conducir.

Vamos a empezar por el principio, como ya formamos parte de la vida de SanCris nos invitaron al cumple del sobrino del Padre Denis (como ya sabéis). A las 17,00 nos volvimos al colegio a realizar nuestros talleres como buenas profesionales que somos, dejando allí a Julia, Paulina y Lucía.

Al terminar los talleres con la nocturna, después de un día tan ajetreado fuimos cansadas al comedor para la cena e ir a dormir… pero cual fue nuestra sorpresa cuando una a una entramos y nos encontramos sentados como cualquier otra persona a Víctor y a Rosa (que en cuestión deberían estar durmiendo en Chamelco y al día siguiente los iríamos a recoger en coche). Después de los saludos/bienvenidas correspondientes cenamos con una sonrisa en la cara y el sueño se fue volando. Al fin llegaron los refuerzos; ya estamos el equipo completo. Llegaron con muchas ganas de trabajar, pero un poco pochos ya que Víctor no podía mover el cuello y Rosa tenía el estomago fatal (ya todo solucionado, sin ningún resquicio de las primeras molestias).

Nos fuimos a dormir prontico ya que a la mañana siguiente teníamos una misión al completo, traer a Lucia sana y salva a casa de las madres desde Chamelco. Asi que autobús + autobús y recogida de Lucia y una invitada especial nos acompañó en el viaje, la tía del Padre Denis, doña María (una excelente guía para llegar al hospital de Cobán, ahora por aquí, ahora por allá, allí, acá,…). Asi que cogimos la pickup, si como lo leéis, CONDUCIMOS, (eso sí después de 3 minutos intentando descubrir como iba el cambio de marchas). Para vuestra información llegamos sanas y salvas a nuestro destino y deseando comprarnos una pickup para conducir todo el día ;D

Yo conduzco primero, no, yo!; no, yo!...

Precaución amigo conductor...

Llegó el sábado y con él la celebración del cumple de una niña del hogar, Nidia. Para ello por la mañana hicimos un montón de juegos, dándonos cuenta de que ya somos un poco mayores para esto ya que la mitad del equipo acabo lesionado, (que no cunda el pánico que como siempre estamos bien, aunque los dedos no son todavía los de siempre). Por la tarde llegó lo mejor, una fiesta sorpresa, con tarta, agua y los juegos propios de un cumple.

Preparando la fiesta sorpresa

La Tarta mmmmm

La cumpleañera, Nidia

Deborando el rico pastel

Jarol

Erika, Vicente y David

Pablo, Ana y Jessi

Gloria

Isaias

Jessica y Nidia

Vicente, para los amigos Chente

Pablo

El ganador del último juego, Teodoro

Como nos gusta tener nuestra agenda al máximo, y para que Víctor y Rosa empezaran a descubrir un poquito más de la alta Verapaz, el domingo fuimos a Chamelco donde cerca quedan las cuevas del Rey Marcos (400 metros). Menos mal que el Padre Denis, como siempre tan detallista, tiene otra perspectiva de esos metros y nos llevó en su pickup. Comimos y un gran guía nos explicó los detalles más ocultos, misteriosos, místicos de las cuevas, demostrando la fe de sus palabras con unos libros (enormes, con 1000 páginas cada uno) escritos por todos/as los/as visitantes explicándonos de su puño y letra las diferentes experiencias vividas en las cuevas. Entre ellas se podían leer cosas como: he visto a Dios, me ha rozado; una energía positiva me ha inundado; incluso uno que afirmaba que se había curado de parálisis un año después de haber entrado a las cuevas;…

Agrandar la foto! merece la pena leer la ultima frase!

Con todas estas historias, la comida, estuvo muy entretenida y se pasó volando. Asi que en nada comenzó nuestro viaje al “centro de la tierra”. Nos pusimos botas y casco y con un guía súper majo que parecía que había corrido las olimpiadas con Erick Barrondo entramos…

Preparados/as para la aventura!

Tiene asa!

La entrada a la cueva, con el guía, Julia y Victor

Después de nuestra experiencia llegamos a la conclusión de que tenemos una visión contraria a la escrita en los libros, o al menos de los comentarios aprendidos de memoria por el guía. Eso sí dentro, encontramos un espacio maravilloso que nos rodeó y llenó de paz, tuvimos un minuto de oscuridad, que Rosita pasó  un poco incómoda y aquel minuto le pareció una hora. Aparte de eso recomendamos el viaje ya que es una experiencia única.

A la salida de las cuevas tuvimos que echar mano a nuestra imaginación ya que el Padre Denis no nos podía venir a buscar y llevarnos de vuelta. En un primer momento decimos realizar los "400 metros" a pie pero al cabo de 15 minutos vimos un microbús y como almas en pena “corrimos a él” ya que sino no llegamos a la  merienda con Erick Barrondo. La cual no fue como esperábamos ya que más que merienda fue un visto y no visto, vaya, que un poco más rápido y no le vemos, parecía un acto oficial. Ya podéis imaginar todos súper arreglados y nosotras que veníamos de arrastrarnos por unas cuevas de barro, eso sí vimos a su madre y mereció la pena. No os asustéis si nuestro caché realmente aumenta, ya que nos hicieron firmar autógrafos como si fuéramos Erick Barrondo y nos hicieron fotos como paparazzi.

Perfil de Erick Bernabé Barrondo

Con un aventura Guatemalteca más nos despedimos de todos y todas!!!Seguimos, seguimos y seguimos esperando vuestros comentarios!!!!Noj’peg!!!!!